Voice of the Family Diciembre 7, 2015
El arzobispo Fisichella, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, ha provocado controversia al sugerir que algunas críticas a Francisco podría resultar en excomunión automática.(latae sententiae).
El Arzobispo Fisichella hizo estas declaraciones durante una rueda de prensa dada en el Vaticano para explicar cómo operarán los nuevos «Misioneros de la Misericordia» de Francisco. Los 800 «misioneros» tendrán el poder de absolver las penas [canónicas] previamente reservadas a la Santa Sede.
En referencia al Canon 1370, que impone la excomunión automática (latae sententiae) a quienes ejerzan «violencia física» contra el Romano Pontífice, el Arzobispo Fisichella ha afirmado:
Diría que tenemos que entender bien «violencia física», porque a veces las palabras también son rocas y piedras, por lo que creo que algunos de estos pecados también están mucho más extendidos de lo que podríamos pensar.
Este comentario del Arzobispo Fisichella será interpretado por muchos como un intento de silenciar a los fieles católicos que están profundamente preocupados por la dirección que actualmente han tomado aquellos que tienen cargos en los más altos niveles de la Iglesia. En los últimos dos años y medio se han planteado serias preocupaciones en relación con:
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La presunta manipulación del Sínodo Extraordinario de 2014 y del Sínodo Ordinario de 2015.
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La publicación de la heterodoxa Relatio Synodi del Sínodo Extraordinario.
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La publicación del heterodoxo Instrumentum laboris del Sínodo Ordinario.
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La publicación de la heterodoxa Relazione Finale del Sínodo Ordinario.
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Las reformas radicales en los procedimientos canónicos que rigen la declaración de nulidad del matrimonio.
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La colaboración abierta entre la Santa Sede y los principales defensores mundiales del control de la población.
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Las confusas observaciones hechas por el Santo Padre sobre quiénes pueden recibir la Sagrada Comunión.
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Las confusas declaraciones hechas por el Santo Padre sobre la relación entre los preservativos y el sida.
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Las confusas declaraciones y acciones del Santo Padre sobre el tema de la homosexualidad.
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El respaldo, por parte de los organismos oficiales de la Santa Sede, de los «Objetivos de Desarrollo Sostenible» de la ONU (objetivos pro-abortistas y pro-anticoncepción).
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El respaldo de la agenda ambiental en la carta encíclica Laudato Si, sin el suficiente reconocimiento de la profunda conexión entre el ambientalismo (ecologismo) y el movimiento de control de la población.
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La pública y notoria conexión de Laudato Si con los elementos más radicales del movimiento ecologista y pro-control de la población, y la discrepancia con la doctrina de la Humanae Vitae.
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El nombramiento, ascenso o elevación a cargos eclesiásticos o a posiciones de influencia, por el Santo Padre, de muchos prelados abiertamente heterodoxos, incluyendo, pero no limitado a: el obispo Franz-Josef Bode, el Arzobispo Blaise Cupich, Godfried Card. Danneels, John Card. Dew, Walter Card. Kasper, el obispo Heiner Koch, Reinhard Card. Marx, Vincent Card. Nichols, Christoph Card. Schönborn y Donald Card. Wuerl.
A la vista de éstos y otros escándalos, los católicos tienen no sólo el derecho, sino también el deber de ofrecer respetuosas, pero enérgicas críticas. Este deber grave se describe en los Cánones 211 y 212 del Código de Derecho Canónico:
Can. 211
Todos los fieles tienen el deber y el derecho de trabajar para que el mensaje divino de salvación alcance más y más a los hombres de todo tiempo y del orbe entero.
…
§ 3. ( Los fieles) Tienen el derecho, y a veces incluso el deber, en razón de su propio conocimiento, competencia y prestigio, de manifestar a los Pastores sagrados su opinión sobre aquello que pertenece al bien de la Iglesia y de manifestar a los demás fieles, salvando siempre la integridad de la fe y de las costumbres, la reverencia hacia los Pastores y habida cuenta de la utilidad común y de la dignidad de las personas.
Por su parte, el famoso canonista norteamericano Dr. Edward Neal Peters ha refutado la amenaza.
Fisichella «estaba hablando en el contexto de las facultades para absolver las excomuniones automáticas (latae sententiae), y como hay excomunión automática contra quienes emplean la fuerza física contra el Papa (Canon 1370 § 1 del Código de Derecho Canónico vigente desde 1983), supongo que Fisichella podría estar pensando que el «lenguaje duro» contra
el Papaes un delito canónico que hace a uno merecedor de la excomunión. Si cree eso, se equivoca».
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