Escrito por Chris Jackson | Remnant Columnist
Traducido por https://enraizadosencristo.wordpress.com/
No importa cuánto el Arzobispo Ganswein quiere engañarse a sí mismo, Cristo no construyó su Iglesia en un «ministerio» o una «oficina». Optó por construir la Iglesia en un hombre, Pedro. Hasta hoy, no creo que ningún escritor católico en la historia ha tenido que señalar que Pedro era un ser humano individual. Sin embargo, este es el nivel de separación de la realidad que nos ocupa en nuestro tiempo.
Los eclesiásticos de hoy, han aprendido en las fabricadas-creencias filosóficas modernas, a ver la realidad como algo subjetivo que puede ser barajeado. Toda la enseñanza de la Iglesia es como un arenero grande lingüístico en el que juegan. Al reinterpretar el significado de las palabras, estos hombres han preferido vivir fuera creado un mundo teológico falso que no existe excepto en sus propias mentes. Por lo tanto, en realidad no es exagerado decir que el estado intelectual de estos hombres imita la enfermedad mental.
Si lo que Ganswein dice es cierto, entonces Benedicto XVI cree que posee el poder de cambiar fundamentalmente lo que Cristo entregó como si el papado fuera su propio juguete personal. Lo que es verdaderamente alarmante es que nadie tomaría en serio esta transformación. El papado es el Papa y el Papa es el Papado. El papado no es un trabajo que se puede separar en dos grupos de tareas a realizar por dos personas. Es más bien una institución que está unida inseparablemente a una persona a la vez.
Por lo tanto, Benedicto XVI es el Papa, o no lo es. Lo mismo ocurre con Francis. Benedict no tiene absolutamente ninguna autoridad o poder de abdicarse «algo» del papado y externalizar el resto a otro. Sin embargo Ganswein dice que «el ministerio papal no es el mismo que antes» y que Benedicto XVI lo ha «transformado profundamente y duraderamente» ! Cree que somos tontos? Nadie, ni siquiera un Papa, puede cambiar o alterar un ápice de lo que Cristo ha establecido.
Admitir lo contrario, es aceptar el absurdo de que durante 2.000 años, siempre ha habido una capacidad latente de varios individuos de ser «miembros» del papado…Sin embargo, ahora estamos viviendo en una situación aterradora donde nuestros propios prelados ya no están ligados por la razón o el sentido común y mucho menos la doctrina católica. Que el secretario personal de Benedicto XVI pueda sentirse cómodo declarando esta deformación aberrante del papado públicamente y con orgullo es una clara señal de que la crisis de la Iglesia está alcanzando un punto álgido.
Como católicos tradicionales ahora parecen que estamos viendo gran parte de la jerarquía y nuestros hermanos neocatólico desviándose más allá del solo grave desacuerdo con la Tradición, en un mundo de fantasía donde la Tradición, el sentido común y la lógica misma han sido desechados por la alucinación y la ilusión. Ellos de hecho se dirigen hacia un ámbito en el que ya no podemos seguirlos o esperar alcanzarlos. Como dijo el Dr. John Senior, «No es que han cometido un error; ellos han abandonado la inteligencia».
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