
Padre Paul Kramer: “El antipapa y sus colaboradores apóstatas serán, como dijo la Hermana Lucía, partidarios del demonio, los que trabajarán para el mal sin tener miedo de nada”.
Romereports 2017-02-09: «Para comprender la importancia de esta revista, «La Civiltà Cattolica”, algo así como «La Civilización Católica”, basta saber que sólo los jesuitas escriben en ella y que sus artículos se revisan y corrigen en la Secretaría de Estado del Vaticano antes de ser publicados.


Al leer el último número de «La Civiltà Cattolica», la cuestión de las mujeres sacerdotes aparece muy lejos de estar cerrada. Más bien, aparece abiertamente.«La Civiltà Cattolica» no es una revista cualquiera. Por estatuto, cada una de sus líneas es impresa con el control previo de la Santa Sede. Pero además está el estrechísimo vínculo confidencial que existe entre Jorge Mario Bergoglio y el director de la revista, el jesuita Antonio Spadaro.Quien a su vez tiene su colaborador de más confianza en el vice-director Giancarlo Pani, también él jesuita, al igual que todos los escritores de la revista.
NO SE PUEDE SÓLO RECURRIR AL PASADO por Giancarlo Pani S.J:
En otras palabras, el hecho que la Iglesia Católica no haya tenido jamás mujeres sacerdotes no impide que las haya en el futuro:
«No se puede recurrir siempre al pasado, como si solamente en el pasado hay indicaciones del Espíritu. También hoy el Señor guía a la Iglesia y sugiere asumir con valentía perspectivas nuevas».
Y Francisco es el primero que «no se limita a lo que ya se conoce, sino que quiere adentrarse en un campo complejo y actual, para que sea el Espíritu quien guíe a la Iglesia», concluye «La Civiltà Cattolica», evidentemente con el imprimatur delPapa.
Y la regla es el estrechísimo vínculo entre el
Papay la revista.
Es el vínculo que el propio Francisco ha confirmado y reforzado en el discurso que ha dirigido el jueves 9 de febrero al grupo de escritores de «La Civiltà Cattolica», recibidos en el Vaticano con ocasión de la salida del número 4000 de la revista:
«Yo, en mi trabajo, os veo, os sigo, os acompaño con afecto. Vuestra revista está a menudo en mi escritorio. Y sé que vosotros, en vuestro trabajo, no me perdéis nunca de vista. Habéis acompañado fielmente todos los pasajes fundamentales de mi pontificado, la publicación de las encíclicas y de las
exhortaciones apostólicas, dando de ellas una interpretación fiel».De esto se deduce, por ejemplo, que el vía libre a la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar, dado por hecho por «La Civiltà Cattolica» antes incluso de que saliera la
exhortaciónpost-sinodal «Amoris laetitia», era y es «una interpretación fiel» del pensamiento delPapa:> Francisco calla, pero otro jesuita habla por él (7.11.2015)
En el mismo discurso del 9 de febrero, Francisco ha añadido que «ya desde hace mucho tiempo la secretaría de Estado envía ‘La Civiltà Cattolica’ a todas las nunciaturas del mundo» y se ha alegrado por las próximas ediciones de la revista en español, inglés, francés y coreano. Otro modo para hacer llegar a todas partes, y con autoridad, su pensamiento.
Santa Hildegarda advirtió en el tiempo del hijo de la perdición:“Las herejías serán tales, que los herejes podrán predicar abiertamente y en plena seguridad sus erróneas creencias. La duda y la incertidumbre en la fe católica de los cristianos aumentarán tanto, que las gentes dudarán a qué Dios dirigirse.”
Libro Scivia de la abadesa Hildegarda de Bingen:
Así como la mujer no debe vestirse de hombre, tampoco debe acercarse al oficio de mi altar, Ya que ella no debe asumir un papel masculino ni en su pelo ni en su atuendo.
Lo que se ha escrito: «La Ley y los Profetas hasta San Juan Bautista» ( Mt 11,13), es para significar que la profecía de Cristo no tendría lugar después de El. Aún hay profetas y los hubo, pero no que profeticen de Cristo, sino que interpretan lo que los antiguos profetas anunciaron de Cristo. Esto es, los maestros de las Iglesias. Y son profetas porque nadie puede interpretar el sentido de las profecías sino por medio del espíritu profético. Sabiendo, pues, el Señor que había de haber falsos doctores de diversas herejías, lo advirtió diciendo: «Guardaos de los falsos profetas». Como no eran manifiestos los futuros gentiles, sino escondidos bajo el nombre cristiano, no dijo: «Mirad», sino «Guardaos». Cuando la cosa es cierta se mira, esto es, se ve simplemente, pero cuando es incierta se observa, esto es, se examina con precaución. Dice además: «Guardaos», porque es una buena garantía de salvación saber de quién se ha de huir. No dice «Guardaos» como si el diablo pudiese introducir herejías (en la Iglesia) contra la voluntad de Dios, sino con la permisión de Dios, pues dado que no quiere tener siervos suyos sin discernimiento, permite la tentación. Y porque no quiere que sucumban por ignorancia, les advierte el peligro. Para que algún maestro hereje no diga que a ellos no los llamó profetas falsos, sino a los maestros de los gentiles y de los judíos, por eso añade: «Que vienen a vosotros con vestidos de ovejas». Las ovejas son los cristianos, mas el vestido de oveja es una especie de cristianismo y de religión fingida. Ninguna cosa hace tanto daño al bien como la ficción, porque lo malo que se oculta con apariencia de bueno. Mientras no se conoce, no se previene. Y para que aun no diga el hereje que habla de los verdaderos maestros, que también son pecadores, añade: «Y dentro son lobos rapaces». Los maestros católicos se llaman también siervos de la carne, porque son vencidos por ella, pero no lobos rapaces, porque no tienen el propósito de perder a los cristianos. Habla, pues, Jesucristo de los maestros herejes, que con intención toman el aspecto de cristianos para destrozarlos con la perversa mordedura de la seducción, y de quienes dice el Apóstol: «Sé que después de mi muerte, entrarán entre vosotros lobos rapaces, que no perdonarán el rebaño» ( Hch 20,29).
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