De acuerdo a la doctrina y tradición de la Iglesia, queda reprobada toda irreverencia al Santísimo Sacramento, pecado contra el primer mandamiento de la Ley de Dios: que nos prohíbe la idolatría, la superstición, el sacrilegio, la herejía y cualquier otro pecado contra la religión. (Cf. Catecismo Mayor, Capítulo II, 358)
Catecismo Mayor San Pio X
352.
¿Qué nos ordena Dios con las palabras del primer mandamiento: AMARÁS A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS? Con las palabras del primer mandamiento, Dios nos ordena que le reconozcamos, adoremos, amemos y sirvamos a El solo, como a nuestro supremo Señor.
353.¿Cómo se cumple el primer mandamiento? – El primer mandamiento se cumple con el ejercicio del culto interno y externo.
354.¿Qué es culto interno? – Culto interno es la honra que a Dios se da con las facultades del espíritu únicamente; a saber, con el entendimiento y la voluntad.
355.¿Qué es el culto externo? – Culto externo es el homenaje que se rinde a Dios por medio de actos exteriores y de objetos sensibles.
356.¿Basta adorar a Dios nada más que con el corazón interiormente? – No, señor; no basta adorar a Dios nada más que con el corazón interiormente, sino que es necesario adorarle también exteriormente, con el espíritu y con el cuerpo, porque es Creador y Señor absoluto del uno y del otro.
357.¿Puede subsistir el culto externo sin el interno? – No, señor; no puede en manera alguna subsistir el culto externo sin el interno, porque aquél, desacompañado de este, queda privado de vida, de mérito y de eficacia, como cuerpo sin alma.
Siguiendo el numeral 356 del Catecismo Mayor, no basta ni la intención de adorar o estar de pie delante del Santísimo Sacramento… y dice así el Catecismo: …No basta adorar a Dios nada más que con el corazón interiormente, sino que es necesario adorarle también exteriormente, con el espíritu y con el cuerpo, porque es Creador y Señor absoluto del uno y del otro.

Irreverencia de Bergoglio en Milán 25 de marzo 2017
Santo Tomas de Aquino enseña que : La expresión exterior tiende a manifestar lo que se cree en el corazón.
Santo Tomás de Aquino: Todos los preceptos ceremoniales de la ley antigua se ordenaban al culto de Dios, según hemos dicho (q.101 a.1.2). El culto exterior debe estar en armonía con el interior… Asimismo, a las otras solemnidades de la ley antigua suceden nuevas solemnidades, porque los beneficios otorgados a aquel pueblo significan los beneficios a nosotros concedidos por Cristo. ( Suma Teológica, I-II, q.103, a.3, sol/ ad 4)
Afirma San Agustín—A Dios sólo se va de rodillas; pero el hombre es demasiado orgulloso y fatuo para doblarlas.
La fe en la presencia Real del Señor conduce DE UN MODO NATURAL A LA MANIFESTACIÓN EXTERNA Y PÚBLICA DE ESTA MISMA FE. (cf. Congregación para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos, Directorio sobre la Piedad Popular 194).
Cuando vemos que un jerarca o un simple católico de la Iglesia no respeta las directrices: leyes y normas por las que se rige la Piedad de la Iglesia, nos está diciendo que hay una desconexión intrínseca entre lo que cree y lo que VIVE.
El Catecismo Mayor (Cf. Capítulo II, 351ss) pone el énfasis es estos dos aspectos: EL CULTO A DIOS, INTERNO Y EXTERNO.
Culto interno es la honra que a Dios se da con las facultades del espíritu únicamente; a Saber, con el entendimiento y la voluntad. (Cf. Capítulo II, 354)
Culto externo es el homenaje que se rinde a Dios por medio de actos exteriores y de objetos sensibles. (Cf. Capítulo II, 355)
Resumiendo estos numerales del Catecismo Mayor, podemos decir sin temor a equivocarnos, que el CULTO es el conjunto de actos con que se rinde los debidos homenajes a Dios.
Esta realidad cultual la vemos en su mayor expresión en la adoración al Santísimo Sacramento.
Es un antiguo principio que debemos asimilar: «lex orandi, lex credendi». Viene a significar que «la ley de la oración es la ley de lo que se cree».
Bien dijo el Arzobispo Fulton Sheen: «Si no vivimos como pensamos, pronto empezaremos a pensar como vivimos»
Todos los liturgistas coinciden que la adoración al Santísimo Sacramento ha de ser a saber: si se pasa por delante del Tabernáculo es genuflexión sencilla (una sola rodilla); si el Santísimo Sacramento es expuesto se hará genuflexión doble y con inclinación de cabeza… (Las dos rodillas) o si se pasa por delante del Monumento del jueves santo, también se hará doble genuflexión.
Es tan importante la adoración eucarística que el ángel les enseñó a los pastorcitos de Fátima a orar con la cabeza inclinada hacia abajo a la vez que decían:
¡Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo! ¡Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan, no te aman! (Tres veces).
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indifeencias con los que El es ofendido. Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pecadores.
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