Profecía de Ana Catalina Emmerich sobre el falso papa usurpador que no tiene ninguna autoridad espiritual (AA.III.128): Vi a continuación que cuando ellos introducían el obispo de la manera que se habían propuesto, él era intruso, introducido contra la voluntad del Papa y que no poseía legítimamente la autoridad espiritual.
Los herejes durante toda la historia de la Iglesia han tratado de silenciar a los católicos que se les opongan incluso valiéndose de invalidas excomuniones como vemos el caso de San Atanasio.
Don Minutella está siendo calumniado y perseguido por la Mafia Lavanda.
Paginas modernistas como Aciprensa y La Stampa difundieron la noticia de que el Vaticano ´excomulgó´ formalmente a Don Minutella, sin embargo está persecución religiosa disfrazada de excomunión no tiene ningún valor espiritual legítimo puesto que un apostata como Bergoglio que está automáticamente excomulgado por los delitos de apostasía, cisma y herejía no tiene ningún poder divino para excomulgar a ningún católico fuera de la Iglesia católica.
La profecía de San Francisco de Asís advierte claramente que el falso papa elegido no canónicamente, que se esfuerza por llevar a los católicos a la apostasía, a la herejía y a la muerte eterna, también se vale de acusar de ´cismáticos´ a quienes no se le adhieran en la rebelión contra Dios.
Aquellos que preserven su fervor y se adhieran a la virtud con amor y celo por la verdad, han de sufrir injurias y persecuciones; serán considerados como rebeldes y cismáticos, porque sus perseguidores, empujados por los malos espíritus, dirán que están prestando un gran servicio a Dios mediante la destrucción de hombres tan pestilentes de la faz de la tierra. Pero el Señor ha de ser el refugio de los afligidos, y salvará a todos los que confían en Él. Y para ser como su Cabeza, estos, los elegidos, actuarán con esperanza, y por su muerte comprarán para ellos mismos la vida eterna; eligiendo obedecer a Dios antes que a los hombres, ellos no temerán nada, y han de preferir perecer antes que consentir en la falsedad y la perfidia.
La secta cismática bergogliana es tan descarada que ellos mismos admiten públicamente la apostasía y la rebelión contra la doctrina moral católica, auto identificándose como una secta de sodomitas. Una secta de cucos usurpadores que buscan a toda costa eliminar a cualquier católico que se les atraviese para estropearles sus planes de destrucción interno de la Iglesia.
Así como acusaron a Cristo falsamente la Escritura nos dice que somos bienaventurados cuando por causa de defender su Evangelio somos calumniados injustamente por los que no quieren que Cristo Reine. Desde este portal le damos nuestro apoyo a nuestro hermano Don Minutella que está siendo perseguido por la anti iglesia que lidera el apostata Jorge Mario Bergoglio.
Que Dios le de la fortaleza y la sabiduría a Don Minutella para no ceder a la persecución de esta Mafia Gay.
Vladimir S. Soloviev escribiendo sobre el Anticristo proféticamente advierte sobre esta persecución cristiana interna de los últimos tiempos.
« El vehículo semántico y operativo del poder del Anticristo no transcurre por vías materialistas o anticristianas, sino por la corrupción religiosa; Cristo es perseguido por la (corrupción del) cristianismo y por la propia Iglesia degradada» Los Tres Diálogos sobre la guerra, la moral y la religión (1), última obra escrita por Soloviev (1853-1900)
Es necesario que todo fiel católico se separe de la secta apóstata bergogliana, esto sería el cisma invertido del que nos habla el libro del Apocalipsis «Salid de ella pueblo Mío» porque del que nos estamos separando es del verdadero cismático que es Bergoglio quien se ha separado de San Pedro y se ha desviado de la doctrina de la Iglesia católica traicionado a Cristo e ilícitamente se ha sentado en el Templo de Dios, suplantando a Dios para ser tratado como si fuera Dios.
LA ESCISIÓN DE LA IGLESIA
12 de abril de 1820 – Tuve todavía una visión sobre la gran tribulación, bien en nuestra tierra, bien en países alejados. Me pareció ver que se exigía del clero una concesión que no podía hacer. Vi muchos ancianos sacerdotes y algunos viejos franciscanos, que ya no portaban el hábito de su orden y sobre todo un eclesiástico muy anciano, llorar muy amargamente. Vi también algunos jóvenes llorar con ellos. (AA.III.161)
Vi a otros, entre los cuales todos tibios, se prestaban gustosos a lo que se les demandaba.
Vi a los viejos, que habían permanecido fieles, someterse a la defensa con una gran aflicción y cerrar sus iglesias. Vi a muchos otros, gentes piadosas, paisanos y burgueses, acercarse a ellos: era como si se dividieran en dos partes, una buena y una mala. (AA.III.162)
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