
es.news El nuncio en Suiza, monseñor Thomas Gullickson, critica el “exceso de seguridad en poderes discrecionales” que llevaron a sacerdotes a introducir sacrilegios durante la crisis del coronavirus (cf el sitio web AdMontemMyrrhae.Blogspot.com, 29 de mayo):
“Se ha hecho realmente daño a las sensibilidades del pueblo respecto a la presencia real de Cristo en la Eucaristía”, declara Gullickson.
Pregunta cómo proclamar el Evangelio, cuando se destrozó el sentido de lo que es sagrado y el Rostro de Cristo ha sido desfigurado, mientras el “amor verdadero, a Dios y al prójimo, se revela como temor reverencial”.
La solución de Gullickson: él espera la aparición de “muchos hombres y mujeres proféticos” en la Iglesia, “quien nos llama a esta penitencia necesaria, allí donde podemos hacer correctamente reparaciones”.
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