es.news Durante una oración ecuménica llevada a cabo el 30 de julio en la iglesia luterana “Iglesia de Cristo” en Sulzbach-Rosenberg (aAlemania), el cardenal Gerhard Ludwig Müller pidió vencer «desde adentro las diferencias entre las denominaciones religiosas». Y dijo además: «Las confesiones deberían combinar sus riquezas y enriquecerse mutuamente». Según Müller, la Iglesia no es una organización orientada hacia afuera.
Citas del Blog católico Lumen Mariae
Monseñor Müller: sus herejías
1. Contra la Virginidad de María Santísima.
Para Müller la virginidad no tiene nada que ver con las “características fisiológicas en el proceso natural del nacimiento de Jesús (como el no-abrirse de la cerviz, la incolumidad del himen o la ausencia de dolores), mas con el influjo salvador y redentor de la gracia de Cristo por la naturaleza humana” (Müller : “Dogmática católica: estudio y práctica de la teología”).
La Herejía de Müller está anatematizada:
“Si alguno no confiesa, de acuerdo con los Santos Padres, propiamente y según verdad por madre de Dios a la santa y siempre Virgen María, como quiera que concibió en los últimos tiempos sin semen por obra del Espíritu Santo al mismo Dios Verbo propia y verdaderamente, que antes de todos los siglos nació de Dios Padre, e incorruptiblemente le engendró, permaneciendo ella, aun después del parto, en su virginidad indisoluble, sea condenado [v. 218]” (Concilio de Letrán – Can. 3)
“[Quienes afirmaren] que la misma beatísima Virgen María no es verdadera madre de Dios, ni permaneció siempre en la integridad de la virginidad, a saber, antes del parto, en el parto y perpetuamente después del parto [sean condenados, rechazados, y anatematizados]” (De la Constitución de Paulo IV Cum quorundam, de 7 de agosto de 1555).
2. Contra el dogma de la transustanciación.
Muller escribe: “Cuerpo y sangre de Cristo no significan las partes físicas del hombre Jesús durante su vida o en su cuerpo glorificado (…)Cuerpo y sangre significan aquí por lo tanto una presencia de Cristo en la señal mediada del pan y del vino” (Muller: “La Misa, manantial de la vida cristiana”).
Esta Herejía de Müller también está condenada por el Concilio Dogmático de Trento:
“Si alguno dijere que en el sacrosanto sacramento de la Eucaristía permanece la sustancia de pan y de vino juntamente con el cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo, y negare aquella maravillosa y singular conversión de toda la sustancia del pan en el cuerpo y de toda la sustancia del vino en la sangre, permaneciendo sólo las especies de pan y vino; conversión que la Iglesia Católica aptísimamente llama transustanciación, sea anatema [cf. 877]”.(Concilio de Trento -Can. 2.). Anatema a Muller.
3. Los Protestantes como parte de la Iglesia
Müller afirmó: “El Bautismo es el carácter fundamental que nos une sacramentalmente en Cristo delante del mundo en una sola Iglesia visible. Nosotros como cristianos, católicos y protestantes, estamos pues ya unidos en lo que llamamos la Iglesia visible. En un sentido estrecho existen pues no muchas Iglesias, es decir, uno junto a la otra, pero existen divisiones y grietas dentro de un único pueblo y de una única casa de Dios.” (Muller: discurso en honor del obispo luterano Johannes Friedrich, el 11 de octubre de 2011).
Estas palabras de Muller se rebaten con aquellas del Papa PÍO XI: “Un error capital del movimiento ecuménico en la pretendida unión de iglesias cristianas” (Encíclica “MORTALIUM ANIMOS”, n. 9 – 6 de enero de 1928)
Además, Müller cae en la herejía más nefasta de todas, la que hace de todos una sola cosa: “En un sentido estrecho existen pues no muchas Iglesias, es decir, uno junto a la otra, pero existen divisiones y grietas dentro de un único pueblo y de una única casa de Dios”.
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