
EL ACUSADOR.
Bergoglio en multiples sermones heréticos ha estado atacando la figura de San Pedro, por ejemplo:
- Muchas veces pienso en San Pedro. Hizo de los peores pecados, renegar de Cristo. Y con ese pecado lo hicieron Papa. (29 Jul. 13 -en la entrevista para justificar al cura homosexual Ricca )
- «Pedro era un pecador, pero no un corrupto, pecadores sí, todos: corruptos, no»
- La «paradoja» de la figura de Simón Pedro, «el pescador pecador, y la roca sobre la que edificar la Iglesia«.
- Y es que, en ocasiones, la fe de Pedro «es menor que la de tantos pequeños del pueblo fiel de Dios, o de los paganos como el Centurión», o «más lenta que la de María Magdalena o Juan».
- Pecado y tentación hacen progresar «También el pecado mismo tiene que ver con el progreso de la fe. Pedro cometió el peor de los pecados (renegar del Señor) y a pesar de ello lo hicieron Papa.(02/03/2017)
El 2 de Junio del 2017 Bergoglio atacó nuevamente a San Pedro:
“Jesús confió sus ovejas a Pedro, el más pecador de los otros once apóstoles, y lo invitó a pastorear al pueblo de Dios con humildad y amor, a pesar de sus errores y pecados«.
Jesús, escogió entre los apóstoles, al más pecador. Los otros escaparon, pero Pedro le negó: ‘No lo conozco’ .Y Jesús le preguntó: «¿Me amas más que estos?» Jesús escogió al peor pecador”.
Bergoglio maliciosamente identifica a San Pedro, no como un hombre arrepentido y convertido sino como un pecador obstinado. Jesús había elegido a Pedro en Mateo 16:18 como la Piedra para edificar su Iglesia y le había hecho las promesas de entregarle las llaves del Reino de los Cielos, el poder de atar y desatar, y le había anunciado que después de haber sido zarandeado por Satanás, una vez convertido, Pedro confirmaría a sus hermanos en la fe, en Juan 21:15-19 Jesús confía el cuidado del rebaño universal a Pedro, quien ya no era un pecador sino un penitente, pues previamente se había arrepentido de negarlo por su cobardía ante el peligro de muerte, Jesús también le anuncia que moriría crucificado siendo testigo suyo, cumpliendo esta vez lo prometido de que por Cristo iría hasta la cárcel o la muerte. Recordemos que la negación de Pedro sucedió antes de la crucifixion y Cristo murió en la Cruz para rescatarnos del pecado. Rom. 5:8, 10
En la muerte del Señor temió y negó, pero resucitando el Señor, le quita el miedo y le infunde el amor. Porque cuando negó, temió morir, mas resucitando el Señor, ¿qué había de temer, si veía en El muerta la muerte? Y sigue: «Le dijo: Tú, sabes, Señor, que te amo». Entonces confía sus ovejas al que confiesa su amor. Por eso sigue: «Dice a Pedro: Apacienta mis corderos». Como si no pudiera Pedro manifestar su amor a Cristo de otro modo, que siendo pastor fiel sometido al príncipe de todos los pastores.
El principal bien que nos resulta de este amor, es el de procurar la salvación del prójimo. Prescindiendo, pues, el Señor de los demás Apóstoles, dirige a Pedro estas promesas, porque Pedro era el primero de los Apóstoles, y la voz de los discípulos y la cabeza del colegio. Por esto, después que fue borrada su negación, le invistió como prelado de sus hermanos. No le echa en cara su negación, sino que le dice: Si me amas, preside a tus hermanos, y da testimonio ahora del amor que por todas partes demostraste, sacrificando por mis ovejas esa vida que dijiste que darías por mí.
Con razón pregunta a Pedro: «¿Me amas?» y responde: «Te amo» y le dice: «Apacienta mis corderos». Con esto se demuestra que la dilección y el amor son un mismo sentimiento, pues el Señor no le pregunta en la última vez: ¿Me estimas?, sino «¿Me amas?» Sigue pues: «Dícele por tercera vez: Simón, hijo de Juan, ¿me amas?» Esta es la tercera vez que el Señor pregunta a Pedro si le ama, haciéndole confesar tres veces lo que negó tres veces, a fin de que la lengua no sirva menos al amor que lo que sirvió al temor, y que habló, más por conjurar la muerte que le amargaba, que por despreciar la vida presente.
1 Juan 3: 8 Quien comete el pecado es del Diablo, pues el Diablo peca desde el principio. El Hijo de Dios se manifestó para deshacer las obras del Diablo.
Bergoglio: «También los sacerdotes deben confesarse, también los obispos, porque son pecadores. También el Papa se confiesa, cada 15 días, porque también el Papa es un pecador»
Bergoglio continuamente se burla del papado y ataca a San Pedro, y por otro lado defiende al traidor Judas Iscariote, con esto nos demuestra claramente que Bergoglio no es sucesor de San Pedro sino de Judas Iscariote, sucesor del hijo de perdición, que es el hombre sin ley, el hombre de pecado.


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