Apostasía.
Bergoglio promueve el sacrilegio y la rebelión contra Dios. Se ha confabulado con sus aliados progresistas para atacar desde adentro las enseñanzas morales de la Iglesia católica. Bergoglio no tiene la fe católica sobre él pesa la excomunión Ipso Facto desde Argentina. Y está anatematizado por el Concilio dogmático infalible de Trento.
06/04/17 12:57 pm
En nombre de Francisco, el
cardenal Lorenzo Baldisseri, ha enviado una carta a los obispos de Malta para darles las gracias por sus directrices sobre la aplicación del controvertido capítulo 8 de la exhortación (anti) apostólica Amoris Laetitia.
La página web de maltesa Newsbook informó el 5 de abril que el secretario general del Sínodo de los Obispos envió la carta de agradecimiento a los compañeros de los firmantes de las directrices, el arzobispo Charles Scicluna de Malta y el obispo Mario Grech de Gozo, pero no dio más detalles.
Los obispos indicaban en las directrices que algunos divorciados vueltos a casar pueden recibir la comunión después de un período de discernimiento.
Los críticos de las (directrices heréticas) dijeron que los criterios contradecían claramente la enseñanza de los Papas anterior, el Catecismo, la ley canónica y las instrucciones del Vaticano, enfatizando que la enseñanza de la Iglesia claramente prohíbe permitir la Santa Comunión a los divorciados casados que participan en relaciones sexuales sin una anulación.
Algunos sacerdotes en Malta expresaron su «profundo disgusto» con respecto a las directivas de sus obispos que llamaron confusas, mientras que otros sacerdotes fuera del país dijeron que no podrían seguir esas directrices incluso si sus propios obispos las impusieran.
Bergoglio ataca el Sacramento del Matrimonio y profana la Eucaristía , el sacramento de la confesión y el Sacerdocio, desobedece las Palabras de Jesucristo y las Leyes de la Iglesia católica y desafía la Ley de Dios.
Está excomulgado quién defiende públicamente que se puede comulgar en pecado.
Can. 11. Si alguno dijere que la sola fe es preparación suficiente para recibir el sacramento de la Eucaristía [cf *1646]: sea anatema.
Y para que tan grande sacramento no sea recibido indignamente y, por ende, para muerte y condenación, el mismo santo Concilio establece y declara que aquéllos a quienes grave la conciencia de pecado mortal, por muy contritos que se consideren, deben necesariamente hacer previa confesión sacramental, habida facilidad de confesar.
Mas si alguno pretendiere enseñar, predicar o pertinazmente afirmar, o también públicamente disputando defender lo contrario, por el mismo hecho quede excomulgado [cf. *1647]. (Denzinger-Hünermann 1661. Julio III, Concilio de Trento, 13a sesión, 11 de octubre de 1551. Decreto sobre el Sacramento de la Eucaristía)
Anatema para quien niegue que una nueva convivencia después de la ruptura del vínculo matrimonial no sea adulterio.Si alguno dijere que la Iglesia yerra cuando enseñó y enseña que, conforme a la doctrina del Evangelio y los Apóstoles (cf. Mc 10; 1 Cor 7), no se puede desatar y que ninguno de los dos, ni siquiera el inocente, que no dio causa para el adulterio, puede contraer nuevo matrimonio mientras viva el otro cónyuge, y que adultera lo mismo y que después de repudiar a la adúltera se casa con otra, como la que después de repudiar al adúltero se casa con otro, sea anatema. (Denzinger-Hünermann 1807. Concilio de Trento, Sesión XXIV, Sobre el sacramento del matrimonio, 11 de noviembre de 1563)
Si alguno dijere que la Iglesia yerra cuando enseña la indisolubilidad matrimonial, sea anatema.
Si alguno dijere que la Iglesia yerra cuando enseñó y enseña que, conforme a la doctrina del Evangelio y los apóstoles (cf. Mt 5, 32; 19, 9; Mc 10, lis; Lc 16, 18; 1 Cor 7, 1), no se puede desatar el vínculo del matrimonio por razón del adulterio de uno de los cónyuges; y que ninguno de los dos, ni siquiera el inocente, que no dio causa para el adulterio, puede contraer nuevo matrimonio mientras viva el otro cónyuge, y que adultera lo mismo el que, después de repudiar a la adúltera, se casa con otra como la que, después de repudiar al adúltero, se casa con otro, sea anatema. (Denzinger-Hünermann 1807. Concilio de Trento, 24ª sesión, can. 7, 11 de noviembre de 1563)
Si alguno negare que para la entera y perfecta remisión de los pecados se requieren tres actos en el penitente, a manera de materia del sacramento de la penitencia, a saber: contrición, confesión y satisfacción, que se llaman las tres partes de la penitencia; o dijere que sólo hay dos partes de la penitencia, a saber, los terrores que agitan la conciencia, conocido el pecado, y la fe concebida del Evangelio o de la absolución, por la que uno cree que sus pecados le son perdonados por causa de Cristo, sea anatema. (Denzinger-Hünermann 1704. Concilio de Trento, Sesión XIV, Doctrina sobre el sacramento de la penitencia, can. 4, 25 de noviembre de 1551)
Monja mística alemana, Hildegarda de Bingen O.S.B :
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