Herético arzobispo de Malta, pide que se imparta la religión musulmana en las escuelas de Malta, después de recibir el apoyo de Bergoglio para cometer sacrilegio.

El apóstata Charles Scicluna apoyado por el heresiarca Bergoglio, sigue promoviendo la agenda del Marxismo Cultural. Divorcio,  anticoncepción, promoción del Islam y falsas religiones.

El  27 de febrero de 2015, fue nombrado inválidamente por Bergoglio como  Arzobispo Metropolitano de Malta.

El Magisterio de la Iglesia católica decreta:

Privación ipso facto de todo oficio eclesiástico por herejía.
Nulidad de todas las promociones o  elevaciones de desviados en la Fe.

Fuente: Catholicvs
Scicluna1Charles Jude Scicluna, el excomulgado arzobispo de Malta, tras haber sido felicitado recientemente por Francisco (ver aquí) por escribir el documento por el que ha incurrido en excomunión latae sententiae por sostener públicamente (ver aquí) que a veces no pecar es humanamente imposible y que dejar de pecar da lugar a un «daño» mayor -herejía condenada solemnemente con anatema por el Sacrosanto y Ecuménico Concilio de Trento (cánones 1568 Dz 828, Can. 18; 1570 Dz 830 Can. 20; 1572 Dz 832 Can. 22)-, ahora se ha atrevido a hacer afirmaciones públicas contra la Moral católica y contradecir de nuevo el Magisterio de la Iglesia. Concretamente, la Encíclica «Humanae vitae» de Pablo VI, afirmando que la contracepción está permitida siempre que se utilice dentro del matrimonio y que no sea abortiva.

Esta es una de las perlas que ha depuesto en una reciente entrevista (ver aquí) al hablar sobre la contracepción: «También debemos hacer una clara distinción entre productos abortivos y píldoras anticonceptivas […] pero mi papel no es identificar qué marca de píldoras es buena y cuál no lo es, porque el papel del arzobispo no va a reemplazar a la ciencia».
musulmanes nombran a Bergoglio papa jequeAsimismo, acaba de pedir que se imparta religión musulmana en las escuelas públicas maltesas (ver aquí), siendo Malta un país donde la práctica totalidad de la población es católica y un enorme porcentaje de la misma es practicante.
No es la primera vez que este tipo escandaliza y contradice las Sagradas Escrituras, el Catecismo de la Iglesia Católica, el Magisterio de Pablo VI, el de San Juan Pablo II, o las instrucciones de la Congregación para la Doctrina de la Fe; por ejemplo, mandando a los sacerdotes malteses que administren sacrílegamente los sacramentos de la Penitencia y la Comunión no sólo a los adúlteros, sino a cualquier pecador no arrepentido y sin propósito de la enmienda, sea un violador, un mafioso, un traficante de armas, o un asesino en serie, siempre y cuando subjetivamente se sienta «en paz con Dios» -como es el caso de los terroristas islamistas-.
Pero sí es la primera vez que le felicitan desde Roma por ello, y, al sentirse crecido, se ha echado al monte y ha dado otro pasito más allá. Pocas veces se ha visto mayor desvergüenza e indisimulado carrerismo. Su segundo nombre, Judas, le viene como anillo al dedo: como el Iscariote, que traicionó al Señor por treinta monedas de plata, este pobre hombre también le traiciona por un posible capelo cardenalicio, al que seguramente aspira.
Como ya dije en la entrada que he enlazado al principio, por mandato Apostólico todos los fieles católicos -sacerdotes incluidos- tienen la grave obligación moral, so pena de cometer pecado mortal, de resistir y no obedecer a este hereje que induce al pecado, como enseñan las Sagradas Escrituras.